Un español muy amable y simpático, que lamentablemente no habla inglés, me ayudó mucho.

    Conducía su coche y no podía pasarme.

    Se tomó mucho tiempo para ayudarme a navegar por el estrecho camino incl. dos pequeños puentes hacia atrás.

    En un momento dado, finalmente pude darme la vuelta. Ahí es donde fotografié a Tomás.

    Salí, le di mi tarjeta y 10 euros. De hecho, tuve que presionarlo un poco para que tomara el dinero.

    Me preguntó a dónde quería ir.

    Luego condujo hasta mí y me llevó al mar y al lugar correcto.

    Fuerte.

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