Debido a los muchos apartamentos diminutos y a las casas muy pequeñas, a menudo adosadas, la vida de muchos españoles (y seres humanos 😉, pequeña broma de género) transcurre en el exterior.
Incluso de noche. Lo he observado una y otra vez y en todas partes que las luces públicas al aire libre están encendidas toda la NOCHE.
Incluso aquí, en el pequeño pueblo de Campillo, en las montañas, al norte de Málaga:
Estamos aquí ahora en invierno, a mediados de enero. Por lo tanto, por supuesto, los árboles aún no están en la fase de crecimiento.
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